Todo septiembre unido a una sola voz: ¡Viva Chile!
Fiestas Patrias: época de volantínes tapizando el cielo, banderas flameando a la entrada de cada casa; época de asados, anticuchos, trompos y, muy de vez en cuando, uno que otro compatriota que se le pasa la mano con un par de copitas. Es que así es la dicha que nos produce ser chilenos, la emoción nos embarga y no es para menos. (Salió verso para una cueca). ¿Pero a qué se debe esta emoción? ¿Por qué tanta algarabía, por qué tanta chicha?
Simple, y nunca está de más repetirlo: celebramos la Primera Junta Nacional de Gobierno, efectuada el 18 de septiembre de 1810. Desde entonces comenzaron a cimentarse las bases sólidas para que Chile se emancipara del Reino de España… no, no se conmemora el día de nuestra independencia, acta firmada en el verano del 12 de febrero de 1818. ¿Y por qué no? ¿No hubiese sido más bonito? ¿O más ordenado?
Foto:@emaldonadoayala
Veámoslo así. El favorito de mamá, un adolescente de 40 años, se resiste a abandonar el nido. Lo apapacha todo el día, le lleva el desayuno a la cama los domingos y acata a regañadientes las exigencias de su retoño. Pero su papá no; le impone reglas, le establece horarios, los cuales gradualmente va obedeciendo. Pero se vuelve aún más ambicioso. Ya no se conforma con eso: busca echarlo de casa. Ya lleva 10 años pidiéndoselo amablemente, para que el niño no se le traume, pero la situación, a esas alturas, se vuelve insostenible. Viendo que su hijo lo más provechoso que hace durante la jornada es transformar el oxigeno en gas carbónico, (o sea respirar), decide él mismo, en su desesperación, juntar dinero para que dé el pie para una vivienda propia. Supongamos que comenzó a hacerlo el 18 de septiembre y con ayuda de la caridad de los vecinos, conscientes de esta coyuntura. Mientras tanto, mandó a su hijo a la casa construida sobre el árbol para que se vaya acostumbrando a vivir solo. Terminó de juntar el dinero, peso a peso, el 12 de febrero, ocho años después, dando por oficializada la independencia total de su retoño con eso. Desde entonces su papá cada año celebra y conmemora el 18 de septiembre como día en que se produjo el proceso definitivo que lo llevó, en una travesía ardua, a echar al invasor que le comía todo lo comprado para el mes en menos de un día y sin poner un nada a cambio, entre otros bellos recuerdos.
¡Esa patita mi alma!
¿Y qué tal unas cuequitas para ir ya calentando el ambiente? Pero antes; ¿qué es una cueca? La cueca es nuestro baile nacional (seguro no lo sabías, eh) oficializada como tal el 6 de noviembre de 1979. Según algunos historiadores, surgió de la zamacueca, durante el Virreinato de Perú, y se extendió desde ahí a varios países de América, llegando incluso a México, claro está, con notables modificaciones según el país que la adopte. Como curiosidad, a la cueca en el país azteca se le conoce como “la chilena”. (¡Un vasito de chicha a que no lo sabías!). Es que es en Chile donde adquiere un mayor desarrollo y una fuerte y creciente vigencia: la Cueca Brava, la campesina, la chilota, la criolla, la Cueca Larga, la nortina y la porteña, son sólo algunos de los estilos nacidos y criados en esta larga y angosta faja de tierra.
Se armó la cosa
Si bien para estos tres días de jolgorio, que pueden ser cuatro o cinco, dependiendo de cada hígado y bolsillo, habrá un arsenal de fondas, ramadas, centros culturales, salones, juntas de vecinos y amigos que brindarán fiestas dieciocheras, cada uno a su estilo; nosotros te recordamos, de pura buena onda que somos, de las alternativas con las que disponemos para que complementes las actividades de Fiestas Patrias, o por si no quieres correr el riesgo de encontrarte por ahí con el jefe en alguna fonda y que te recuerde de las labores a realizar a primera hora la mañana del jueves.
¿Quieres aprovechar tus días feriados y hacer un montón de cosas entretenidas pero no sabes cómo, cuándo ni dónde? Pues revisa con toda confianza los distintos panoramas que ofrece Atrápalo, entre ellas actividades varias; naturalmente sin dejar lado a nuestro protagonista: las fondas, como “La Peña del Lalo Parra” en Bellavista, “La Pensión Soto” en Casa Michoacán o la Ramada “Soltera Otra Vez” en el Estadio Municipal de Limache, son parte de las fiestas que encontrarás en Atrápalo. Recuerda pasar las llaves si vas a beber y asegurar tu arsenal de pastillas efervescentes. ¡Y que viva Chile!
Comentarios