Mi escapada a Valparaíso

Junio fue un mes difícil y he aprendido que cuando te toca vivir un período exigente, de esos que consumen toda la energía, es importante hacer un alto en la rutina para reconectarse con las cosas importantes, lo que incluye el “uno mismo”. Por eso, cuando Atrápalo Chile me invitó a probar una “escapada” de fin de semana, no lo pensé dos veces y acepté.

Esta fue la primera vez que usaba Atrápalo, y me encantó la experiencia de usuario: la plataforma es súper amigable y fácil de usar, incluso desde tu celular. Creo que no me demoré más de 10 minutos en encontrar y reservar mi destino.

Cuando elijo un destino de escapada, siempre me aseguro que cumpla con los siguientes criterios:

1. Debe ser cercano al lugar de origen. Esto lo mido desde el momento en que cierro la puerta de mi casa hasta que llego al destino final (ej: lobby de un hotel), ya que la idea es pasar la mayor parte del tiempo descansando y no viajando. En general, si vas a viajar por 1 ó 2 noches, recomiendo que el lugar no esté a más de 4 horas, incluyendo traslados a y desde aeropuertos, tiempos de espera, etc.TIP: A veces un hotel en tu misma ciudad puede ser la mejor opción.
2. Debe ser visualmente agradable. Creo que el entorno puede influir positivamente en nuestro estado emocional, por eso siempre busco lugares que considero placenteros, ya sea por su arquitectura y decoración, como por los paisajes que lo rodean.
3. Debe tener una habitación cómoda con una cama de calidad. Si lo que queremos es realmente descansar, tener un sueño reparador es fundamental.
4. Debe ofrecer un buen desayuno. Una de las cosas simples de la vida que más me hace feliz, es comenzar el día con un rico desayuno.

El Palacio Astoreca cumplió con creces todos estos requisitos. Ubicado en Cerro Alegre, Valparaíso, a sólo 90 minutos en auto desde Santiago, este hotel boutique destaca por su estilo. Se trata de una imponente casona de estilo victoriano, remodelada en el año 2012, que hoy cuenta con 23 habitaciones increíbles con amplias vistas a los coloridos cerros del puerto.

Al llegar, lo primero que hice fue ir directo al Spa. Extra TIP: Si tienes pensado hacerte un masaje, haz la reserva previo a tu llegada (te permitirá organizar mejor tu tiempo), y prefiere el primer día, para desconectarte y entrar en “modo vacaciones” más rápido. Yo me hice un masaje de relajación de 1 hora y seguí mi tarde de relajo en el hammam y hot tub.

Después de una agradable siesta, salimos a caminar por los alrededores del Paseo Yugoslavo, volvimos para disfrutar de la música del bar y cerramos la noche con una excelente comida de tres tiempos en el Restaurant Alegre, del mismo hotel, el cual ofrece una amplia variedad de productos del mar (¡el ceviche y el risotto de mariscos estaban espectaculares!).

Al día siguiente, la delicia de despertar sin despertador y disfrutar de un rico un desayuno con productos locales de calidad. Luego, perderse por los laberintos multicolores de la ciudad, sin olvidar parar cada cierto tiempo para un cafecito, fotos, museos, comida, souvenirs y más cafecitos. ¡Panorama redondo!

Para reservar mi escapa en Hotel Palacio Astoreca, haz click aquí.

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