Sin querer queriendo llegue al Su Grill & Wine
Hace un par de años que no me juntaba con mis compañeros del Saint Gregory. La última vez que nos juntamos, propuse un res al que solía visitar y donde por lo demás eran sumamente atentos. Terminamos mostrando la hilacha –atroz, me quería morir – y obvio que nunca más volví a ese lugar porque de verdad la vergüenza fue inconmensurable. Y en virtud de tan grata experiencia, esta vez, decidí proponer un lugar algo más pintoresco, algo más tradicional para la ocasión.
Nos juntamos en un res de mala muerte –no lo voy a mencionar, porque no vale la pena y porque al menos esta vez di en el clavo de portarnos mal sin pasar malos ratos – con la diferencia de que apareció un compañero que dábamos por perdido en la India, y claro… ¡volvió vegetariano el patuo!, Kuático como él solo, porque yo seré Kuático, pero un Sibarita Kuático jamás de los jamases se deja alimentar por cuestionamientos culinarios, uno se lanza con los cubiertos a cuanto plato pongan encima. Y eso no fue todo ¿pueden creer que nos sacó de onda con que cómo podíamos comer carne de animales? –lo encontré ultra desubicado – entonces para no sentirnos tan culpables con este hippie hindú, el “Eyzaguirre” mencionó un res donde tenían comida para vegetarianos y para carnívoros –de primera –. Eso sí, había que bajar…
Llegando al lugar me di cuenta que lo había visitado hace unos cuantos meses. En aquel entonces le sugerí al chef proponer más variedad y acompañamientos para los platos –era el Su Grill & Wine (bit.ly/1jebhD6)– y parece que me hicieron caso, porque me encontré con una estupenda nueva carta. Tuve la posibilidad de elegir el acompañamiento y la salsa que quisiera, con mucha variedad; estuve indeciso entre los Champiñones con pimientos agridulces y las Papas rústicas salteadas y, en el caso de las salsas: la Bísquet de Camarón y la Jus de Carne al Oporto, fueron mis finalistas. Pero eso no es todo, el Su se puso tan open mind que para mi compañero hippie hindú no habían esas típicas ensaladitas aburridas, sino unos platos increíbles, el muy patudito eligió las Papas Chilotas de olluco y semillas salteadas con pesto de perejil y queso roquefort, si hubiese sido él, me habría inclinado por el Queso provolone en panco con verduras asadas y salsa de oporto y berries; aún así, pura delicia ambos platos.
Nos atendieron súper bien y como yo soy hambriento degustador de la buena mesa, luego de beber unos cuantos tragos, pedí para reconfortar para compartir una exquisita Greda –que no se come, OJO – sólo el interior que traía pulpo y champiñones en aceite de merquén ahumado con bruschettas al olivo junto con otra de pollo y cebollines en caldo de vino blanco y mostaza antigua con bruschettas al olivo. Y quedé tan complacido con la atención, que esta vez el chef me sugirió a mí, participar en un concurso donde me puedo ganar una cena doble con sólo subir una foto selfie junto a un acompañante en el fanpage de Atrápalo.cl (on.fb.me/1qYBHlZ), y de seguro ese acompañante tiene que ser tan Kuático como yo –jejeje –.
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