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Parrilla para principiantes 1 – El fuego

03.09.2013

Vale, llegó septiembre. El tan anhelado septiembre, aquel que añorábamos la mañana del 1 de enero, mientras se apagaban las celebraciones de Año Nuevo. Septiembre, mes de volantines, chicha, empanada, cuecas y por supuesto, asados. Como la funcionalidad de quien escribe siempre ha sido la del tipo que sostiene una

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botella de cerveza al lado del fuego, este año me decidí a ser el anfitrión del asado este año. Y como el mundo de la parrilla es un misterio insondable para mí, le pedí ayuda a nuestro especialista en Atrápalo, el hombre que se rumorea, es capaz de encender el fuego sólo con la mirada. Nuestro Encargado de Marketing, Nicolás Palacios nos reveló sus secretos para lucirse a la hora de armarse con el pincho y el cuchillo carnicero. Tomen nota:

Prólogo: preparación
“Nunca debes parecer un principiante, eso es clave, si no sabes cómo cocinar la carne siempre di “¡Yo prendo el fuego!” y luego cuando ya lo hagas de forma mágica y rápida (ya te contaré cómo) dices “Ok, el fuego está agarrando, por mientras… “¿Quién quiere una piscola?”, por acto reflejo todos dirán “¡Yo!” y así te sales de ese ejercicio que nunca has practicado y te conviertes en el mejor barman. Toda esta intro es para contarte cómo prender el fuego de la parrilla y no morir sofocado por los aleteos con una caja o paleta de madera para “echarle viento” a las brasas, o quedar sin aliento de tanto soplido. Sacar al secador de pelo es la vergüenza suprema. Ya estás avisado.”

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Foto: flickr.com/federicolv

Etapa uno – “A limpiar”:
“Limpia la parrilla, revisa bien si tiene algún elemento no deseado y expúlsalo. ¡Ojo, no saques la ceniza! Si es parrilla nueva, pon alguna lámina de lata en el fondo (es un secreto para dure más) junto con alguna que otra ramita y hojas secas.”

Etapa dos – “Botella mensajera”:
“Consigue una botella, la ideal es la de cerveza, da lo mismo si está o no llena. Luego ponla en el centro de la parrilla.”

Etapa tres – “Los diarios mienten”:
“Busca un diario. No sirven las hojas de cuaderno (son muy pequeñas) y menos las de revista, ya que ese tipo de papel produce mucho humo y una muy pequeña llama verde que no sirve ni para prender un cigarrillo.”

Etapa cuatro – “¡A enrollar!”:
“Abre el diario en sus páginas centrales, toma la primera hoja, y comienza a enrollar hacia lo ancho. Tranquilo, la idea es que no quede perfecto, sino más bien algo suelto y arrugado. Cuando ya tengas tu cilindro junta sus puntas creando una argolla. La gracia es que ésta quede con un diámetro parecido a la circunferencia de la botella. Haz lo mismo con 6 ó 7 hojas.”

foto3Foto: flickr.com/hectorpace

Etapa cinco – “El señor de las argollas”:
“Ya tienes las “argollas” de diario, lo que debes hacer ahora es ponerlas en la botella de la misma forma que pones la argolla en el juego típico “Achúntele a la botella”, claro que esta vez no la lanzarás, sólo la pondrás de forma directa. La primera lo más al fondo posible (en la base), la segunda sobre la primera, la tercera sobre la segunda y así, hasta casi alcanzar el tope de la botella.”

Etapa seis – “Lluvia de meteoritos”:
“Ahora hace su entrada triunfal el carbón. Debes abrir la bolsa donde lo traigas y verterlo sobre la botella. La idea es que caigan pedazos sobre ella y, muy importante, que el carbón la rodee por completo. Es fundamental aquí también que las argollas de papel queden tapadas con carbón, si la maniobra de vaciado no logro esto, arremángate y acomoda los trozos de carbón de tal forma que el papel quede completamente cubierto.”

Etapa Siete – “La chimenea”:
“Esta parte es un desafío a tu motricidad fina: deberás sacar la botella que sirvió como pilar para las argollas de diario. ¿Cómo lo haces? dile a un amigo/a que sujete la argolla de arriba y haga presión hacia abajo (no mucho, es sólo para que la botella salga con más facilidad) y tú tiras desde el gollete hacia arriba. Si eres de los valientes autónomos, puedes sostener la argolla con una mano y tirar la botella con la otra. Si hiciste el ejercicio correcto, verás una suerte de “volcán”, es decir, una montaña de carbón con un hoyo profundo hecho con argollas de diario en el centro. A esto se le llama chimenea. Ya estamos a un solo paso.”

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Foto: flickr.com/57117985@N05

Etapa Ocho “El fuego y el éxito”:
“Ahora que ya tienes todo armado, crea una mecha con un trozo de papel de diario enrollado. Enciéndela y ponla en el interior de la chimenea. Para que esta operación sea segura, esta mecha tiene que ser larga, ya que el fuego subirá al encenderlo.”

Conclusión:
“¡Listo! ahora sólo debes relajarte y despreocuparte del asunto, ese “fuego parrillero” prenderá solo. Ve por tu trago favorito, espera unos 20 minutos y luego esparce el carbón encendido por toda la parrilla. Ya no más soplidos, ni paletas de madera o cartón y menos secadores de pelo. Con esto, serás el rey, amo y señor del asado y te ganarás el respeto y la invitación de todos tus amigos a sus siguientes asados.”

 

Resuelto el misterio del fuego, queda una parte no menos importante: la carne. ¿Cuál se compra, cómo se prepara? ¿Cuánto tiempo se tiene en el fuego, a qué distancia? Descúbrelo en la próxima entrega de esta búsqueda de conocimiento parrillero.

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