Más sobre nuestros hombres de rojo y su revolución por la felicidad
Nuestros hombres de rojo son jóvenes, pero de edad indefinida. Desde luego no parecen actores callejeros, ni locos, ni “freakies”, su forma de vestir es peculiar, los identifica y por su aspecto no pasan desapercibidos.
Puedes verlos solos por la calle, pero lo normal es que se muevan en grupos. Dos, tres, cuatro hasta ocho miembros. Son listos, habilidosos y felices. Rápidos de manos y de pies. Son urbanos, avanzados, tecnófilos, creadores de tendencias. No se llegan a identificar sus rasgos faciales, su edad, o raza.
Nuestros hombres de rojo disfrutan su tiempo libre al máximo, gozan cada instante de la vida haciendo lo que les gusta y les brinda libertad. Sin duda, la primera frase que se le ocurrirá a uno de nuestros hombres de rojo cuando le pregunten qué siente será: “Todo el mundo tiene derecho a disfrutar del tiempo libre” y en ese momento no existirán inquietudes, no sentirá descontento porque está haciendo algo que verdaderamente le apasiona, algo por lo que cada día se despierta en las mañanas. Porque si abrimos los ojos al despertar todos los días, es sencillamente para agitar nuestras ganas de vivir.
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